Ya van dos tardes de lluvia esta semana.
Hoy llueve más que ayer.
Estoy en medio de un mundo de gente,
escucho sus voces,
sus diálogos desconocidos.
Camino por sus calles,
y me quedo atrapada
en el verde de sus montañas.
Pero el aire huele distinto,
y esta lluvia vespertina
no tiene huellas de pasado
en mi memoria.
Esta ciudad me asombra,
y quiero abrazarla con toda el alma,
y quisiera sentirme en casa,
y que la lluvia vespertina
no tuviera este sabor ajeno.
Pero me faltan tus pasos
caminando a mi lado,
y el calor de tus besos
para matar el silencio.
...sigue lloviendo,
yo,
sigo sola...
y tú estás tan lejos!
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Mónica Morales Rocha
2 comentarios:
Un abrazo y regresa pronto...
Hola Peggy
Saluditos desde el DF... sip, esta ciudad de encanta!!!... pero cuento los días para volver!!!
Un abrazo y nos vemos por Ensenada cubiertas de letras!!!
Mony
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