Augusto, escucha, escúchame, no, no es necesario que despiertes. ¿Has escuchado Ojalá, no la palabra, la canción de Silvio? Seguro que sí, ¿ recuerdas que dice? De qué, de quién habla?
“Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan,
para que no las puedas convertir en cristal”.
Ahora, que el poder se te escapa de las manos (debe ser triste estar en un país donde tus dedos no pulsen los hilos que mueven el miedo) y no te queda mas refugio que tu consciencia, te Pregunto: ¿Pensaste que el tiempo, ese tiempo nunca, de veras nunca llegaría? O te habías logrado convencer que todas y cada una de las muertes (si Augusto, esas muertes) perpetradas, de las torturas, de las violaciones eran tribiales? Si finalmente te convenciste de ello Augusto ¿por qué los cementerios clandestinos?
“Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que pasa por tu cuerpo,
ojalá que la luna pueda salir sin ti.
Ojalá que la tierra no te bese los pasos”.
Ahora con tanto tiempo para pensar y repensar, escaso de lugares a donde ir, quizás reencuentres imágenes en tu memoria ....
¿Te acuerdas de los cientos de miles de obreros que desfilaban por las calles de Santiago de Chile en apoyo a Salvador Allende por allá de 1972?
¿Te acuerdas de la recuperación para Chile, para el pueblo Chileno de las industrias del cobre, hierro, salitre y los bancos y el comercio exterior?
¿Qué pasaba por tu mente cuando te sentabas en medio de la jauría Chilena y norteamericana planeando el golpe militar? Ahí estaban ¿recuerdas?, agentes de la CIA , funcionarios de la ITT, representantes de los partidos de centro derecha y claro del capital norteamericano. En esas reuniones ¿a que olía Augusto, sí a qué huele una habitación donde se diseña la muerte? ¿ A qué olían ustedes, recuerdas? ¿ A qué olías tú? ¿Te acuerdas ? Ojalá Augusto, ojalá.
¿Qué fue Augusto, ambición? ¿Poder? ¿El deseo de pasar a la historia? ¿Demostrar tu hombría ante los generales Chilenos y estadounidenses? ¿Miedo Augusto, miedo?
“Ojalá se te acabe la mirada constante, la palabra precisa,
la sonrisa perfecta”.
¿Recuerdas el momento, ese preciso momento en que decidiste encabezar la matanza en tu pueblo? ¿Qué dijiste a la asamblea de chacales? ¿que te dijiste a ti mismo Augusto? ¿Te acuerdas? Ojalá Augusto , ojalá.
¿Y...recuerdas las últimas palabras de Salvador Allende? Era el 11 de septiembre de 1973, se suicidaría si, pero antes había dicho: “La historia es nuestra y la hacen los pueblos”. También haría una promesa con aire de profecía: “Sigan ustedes sabiendo que mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor”. ¿Te acuerdas? ¿ Pensaste algunas veces que llegaría ese día ?
“Ojalá pase algo que te borre de pronto,
una luz cegadora, un disparo de nieve,
Ojalá cuando menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre,
en todos los segundos, en todas las visiones
Ojalá que no pueda tocarte ni en canciones”.
¿Te acuerdas de los años que pasaste en las Escuela de las Américas, allá en Panamá instruyéndote, preparándote para la carnicería? Fuiste buen alumno. Recuerdas las torturas a los animales y sus cuerpos destazados, parte colorida del entrenamiento? El olor a la sangre. El olor a la muerte. Seguramente lo recuerdas. Ojalá Augusto ,ojalá.
Cuando eras dictador (aunque te gustaba que te dijeran General, y tú ¿cómo te decías?) sé que algunas noches escuchabas los llantos de mujeres solas, los gritos de niños ahogados, las manos que nadan en medio de la tierra, los murmullos de los muertos allá en los cerros y cuevas que convertiste en cementerios de muertos para muertos. ¿Cómo te ocultabas de sus rostros? ¿cómo silenciabas sus gritos, sus susurros? ¿Cómo los matabas en tus sueños?
Recuerdas bien que Pablo Neruda murió el 23 de septiembre de ese 1973. El mismo mes en que arribaste el poder que nunca imaginaste, (pero que deseabas desde los primeros entrenamientos en Panamá), y seguramente recuerdas la orden que diste de saquear su casa, romper sus muebles, quemar sus libros. ¿Qué querías destruir de Pablo? ¿ Que representaba Neruda para Chile, para ti? ¿ Por que el miedo Augusto ?
¿Sabes que llegaste tarde, verdad? Que el corazón de Pablo (al igual que sus letras, ya estaban en las calles, en las avenidas, en las manos de todo el pueblo de Chile) ¿lo sabes? Ojalá Augusto, ojalá.
“Ojalá que la aurora no de gritos que caigan en mi espalda,
ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz,
ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado
ojalá que el deseo se vaya tras de ti
a tu viejo gobierno de difuntos y flores”
Los muertos claman a veces con más fuerza que los vivos, y ciertamente por más tiempo. ¿Los escuchas? Sus voces.... ¿los miras? Sus rostros... Son ellos.
Augusto, una pregunta final: ¿Puedes oler?
Aún recuerdas el olor que tenías aquella tarde donde imaginaste y deseaste la muerte de tu pueblo?
Aún recuerdas el olor que tenías aquella tarde donde imaginaste y deseaste la muerte de tu pueblo?
Es olor a muerte.
¿ Te puedes oler?
Ojalá Augusto.
Ojalá.
Nota : en itálicas “Ojalá” de Silvio Rodriguez.
adolfomoralesmoncada
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