Mientras él que tiene once años ,bueno, el brincolín con los amigos, el pastel de chocolate, las pelotas que ruedan casi por sí mismas, la bicicleta vespertina; nosotros, los solemnes adultos pagamos más por el precio de la gasolina, escuchamos a diario los insultos los miedos, las negaciones, las brabucadas verbales, propias de pandilleros callejeros, que son las candidatos a la presidencia ( Calderón, Madrazo, López Obrador ), cuando no, los discursos esquizofrénicos que atentan contra el principio y la prueba de realidad que el resto de los mexicanos vivimos cotidianamente.
Mientras él, que tiene once años, se preocupa por los exámenes mensuales y aprenderse las divisiones de unidades, decenas , centenas y unidades de millar , las leyes de reforma, el estado laico , la intervención francesa , las luchas entre liberales y conservadores ( vieran la cantidad de adultos que conozco que transitan por la vida con aquella tranquilidad sin tener la menor idea de lo anterior ) y las tareas en el libro de ciencias naturales, de recursos naturales, y entonces que el agua, que la madera, los bosques, los yacimientos y por ahí, parece que cuela entre las páginas de su libro algo de consciencia ecológica , y desarrollo sustentable ; nosotros, bueno , nosotros seguimos , duro y dale con ponte la verde, con ponte la pulsera, con píntate la cara, con compra la camiseta, con baila con nosotros, con vota por la conductora para el programa de televisión, y con usar como pretexto la reunión con los amigos para reducir la sed ( siempre inagotable ) en múltiplos de seis.
Mientras él Shrek y las películas de aventuras y de terror, y en tonces el hombre araña y el señor de los anillos, y cazadores de fantasmas, y Don Gato por la mañana y Van Helsing ( el caza vampiros ) por la tarde, y otra vez Shrek a cualquier hora del día , por que se encuentra la película cuando busca otra , y entonces, pues nuevamente Shrek en funciones especiales de fin de semana; nosotros, pues sí, nosotros, seguimos con las guerras permanentes, y entonces Irak y los gringos que nomás, no se salen, e Irán , ahora bajo amenaza ( que cómo se les ocurre desarrollar tecnología nuclear > si no son socios de los norteamericanos , ni forman parte de la OTAN >) , y Sudán y el Congo donde hay hambruna y violencia social, y las guerras contra narcotráfico, contra el terrorismo, y el relajo de Atenco y en fin estamos en guerra permanente y pareciera que nomás, no hay manera de sentarse a firmar algún tratado de paz ( o cuando menos de respeto , de simpatía, de tolerancia, de no agresión, de escucharse antes de disparar ) entre nosotros mismos.
Pero bueno , a veces, sí, a veces parece que el mundo de él , con su onces años y el nuestro se tocan, y es por que decidimos, sí, nosotros decidimos sumergirnos en su fantasía, en la construcción de su realidad, entonces jugamos con él futbol en la calle ( con porterías de bote o de piedras, sin pintarse, ni ponerse de nada ) , o nos subimos a la bicicleta sin buscar ir a ningún lado, o tomamos, con la mejor actitud posible, esto de ¿cuántas veces cabrá 34 en 145 ? o disfrutar en la televisión vespertina , la más reciente de Harry Potter , o de Shrek , o de El Señor de los Anillos por … ( la verdad ya perdí la cuenta ), o en un domingo cualquiera, pedir de postre el pastel de chocolate que mejor atenta contra el pudor , el decoro, las buenas costumbres y la dieta.
A veces, sí, a veces nuestros mundos se tocan, entonces recordamos que la vida puede ser otra cosa , que puede vivirse diferente, que puede construirse diferente , entonces tememos, peleamos, discutimos, violentamos, mentimos menos ( mucho menos ) y reímos, corremos, brincamos, jugamos, soñamos más.
adolfomoralesmoncada